lunes, 11 de noviembre de 2013

Que yo vengo de la Alegría, yo vengo de la Libertad.

Querida Cristina;
No mueras con tú música aún dentro de ti.


No se trata de sobrevivir, si no de vivir.
De coger la vida con las dos manos y cantarle, bailarle, sonreirle, quererla, quererte.

No se trata de quedarse con las pocas migajas del amor que nos dan, no se trata de mendigar amor por nadie, si no de recibir amor a la altura y de forma bidireccional.

Que yo tengo amor por irradiar desde mis cuatro costados, empezando desde dentro, empezando desde mi centro, empezando por mi.
Para mi, primero.








No hay comentarios: