jueves, 14 de junio de 2012

más O2, por favor.

Que no me quedan ganas, ni alas, ni paciencia, ni fachadas que mostrarte, ni más huesos que regalarte, ni más carne para alimentar a las bestias. Deja de empujarme, de querer manipularme, no tienes fin y no puedo más contigo.

Me retas, me miras agresivo a navajazos, quiero poner mis nervios encima de la mesa, para que te hagan compañia a ti también. Pero te has cogido carta blanca conmigo.

Y entre tanto, me pinto los labios de rojo cereza y vamos a hacer como que no pasa nada.

3, 2, 1... me has dejado sin aire.







Quiero gritar.

sábado, 9 de junio de 2012

#3

Que cuando llega la noche me duele tanto el corazón que no puedo ni respirar, ni siquiera pensar...
Que no se de donde emana tantísimo dolor... pero cuando la luna aparece, se me abre el pecho, y lo contemplo latiendo lento, deshaciendose y manchando mis dedos de un rojo fluorescente......




La culpa desde luego la tienen las películas.

miércoles, 6 de junio de 2012

#2

Me pregunto si alguien más está sintiendo todo lo que se nos viene encima...

Cuando llega la noche me siento triste en muchas ocasiones, otras simplemente me duele el corazón.

Siento algo dentro de mi que quiere salir y aún no ha encontrado el camino, pero busca insaciable la forma de salir al exterior. Me siento creciendo y evolucionando. Mis miedos se hacen diminutos y puedo sentir el Amor Universal irradiándose...

Muchas veces empiezo a hablar y quedo maravillada por las cosas que digo, que no las digo yo, pero salen de mi boca....

viernes, 1 de junio de 2012

# 1

Y así es como dejó de creer en el amor:

Una mañana de un viernes cualquiera desayunando pan con aceite y té. Mientras le hablaba en inglés, ella perdía la mirada en el jardín, sin duda era el jardín más bonito que había visto nunca.

Se escuchaban miles de pedazos rompiéndose, cayendo de su pecho hacia de la tostada.

Así fue, una mañana cualquiera, él dijo algo que le hizo clip en su sitema nervioso. Se acabó la idea del amor para toda la vida.