viernes, 1 de junio de 2012

# 1

Y así es como dejó de creer en el amor:

Una mañana de un viernes cualquiera desayunando pan con aceite y té. Mientras le hablaba en inglés, ella perdía la mirada en el jardín, sin duda era el jardín más bonito que había visto nunca.

Se escuchaban miles de pedazos rompiéndose, cayendo de su pecho hacia de la tostada.

Así fue, una mañana cualquiera, él dijo algo que le hizo clip en su sitema nervioso. Se acabó la idea del amor para toda la vida.

2 comentarios:

Verónica dijo...

No! nunca digas nunca, justo cuando se deja de creer en el amor es cuando le da a tu vida el vuelco más grande que jamás podrías haber pensado!

Ajna dijo...

Eres sabia vero... :)

gracias...